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La divisibilidad del espíritu es un tema de interés para muchos que recorren el camino del Agni Yoga, y ciertamente ha sido de interés para mí durante muchos años. Permítanme comenzar compartiendo algunos puntos de la Enseñanza del Agni Yoga sobre este tema, seguidos de mis propias percepciones.

Mundo Ardiente I 375. La semilla del espíritu y la divisibilidad del espíritu proporcionan la explicación sobre la mónada. La semilla del espíritu es indispensable para la vida. La divisibilidad del espíritu hace posible tanto el enriquecimiento como la disipación de la mónada. [1]

Agni Yoga 346. Ya te hablé de la divisibilidad del espíritu. No hay que asombrarse si un espíritu desarrollado se manifiesta generosamente, incluso a grandes distancias, donde es atraído por la calidad espiritual de los presentes. No hay que pensar que los efectos de tal proyección del espíritu son siempre invisibles. [2]

Cartas I, 27, enero de 1933. Debes leer en la Enseñanza sobre la divisibilidad del espíritu. Como todo, tiene sus diversos grados; pero a veces, en su desarrollo culminante, llega a ser de escala cósmica, y entonces sus aplicaciones son realmente de muchas clases. No siempre es posible imprimir en el cerebro físico todo en detalle, ya que en la contaminada atmósfera terrestre el corazón no podría soportarlo. Sin embargo, la esencia de los acontecimientos se percibe con agudeza. Por ejemplo, prácticamente siempre N.K. y yo conocemos los momentos agudos de la vida de nuestros colaboradores. A veces se trata de un conocimiento concreto; otras veces se trata de ciertas impresiones dolorosas que se corresponden precisamente en fechas con determinados acontecimientos. A menudo conocemos los resultados con bastante antelación. Con la misma frecuencia, sentimos como si nuestra energía psíquica se fuera. A veces es tan fuerte que incluso sentimos mareos y una ausencia transitoria. Entonces sabemos con certeza que nuestra energía era necesaria en otra parte. Son múltiples las manifestaciones de la divisibilidad del espíritu[3].